jueves, 30 de septiembre de 2010

Tercer capítulo de "Destino, fuego e inmortalidad"


__Chicago__
(Narrado en primera persona)

Sentí el duro golpe de la caída, estaba obscuro y el piso estaba mojado, estaba en un callejón estrecho y obscuro… Nunca antes había estado sola y sin protección en el mundo de los humanos… Solo unas cuantas veces más después del día en que conocí a Acheron. Y aunque me costaba aceptarlo el latido de mi corazón me delataba, estaba asustada.
Me puse de pie y como un deja vú miré mi ropa y suspiré… Nuevamente como cuando estuve con Acheron no estaba vestida acorde a una ciudad y mucho menos a la época. La verdad es que estaba un poco escaza de ropa… Otra vez por el margen de movimiento en la lucha. Caminé cautelosa hasta el final del callejón y vi con mis propios ojos la miseria que se desarrolla en las grandes ciudades después de que cae la oscuridad. Indigentes, personas fumando droga en las esquinas, prostitutas en las esquinas moviéndose insinuantes. Yo sabía de todo esto, en la televisión te enteras de todo, vives el mundo pero verlos así tan de cerca era francamente deprimente.
No sabía ni qué hora era, ni en qué país o ciudad estaba, La gente me miraba extraño suponía que por mi “exótica vestimenta”, por mi mente pasó el comentario que hizo Stryker, pero inmediatamente lo deseché, no podía estar relacionado con la conversación que sostuvo Apollymi con Hades… No podía estar, no  quería que fuera así, un temblor se hizo eco a travez de mi cuerpo.
- No… No… ¡No soy propiedad de ese ser! – Grité a lo que yo esperaba fuer la nada, pero las pocas personas a mí alrededor compuestas como ya dije entre indigentes, drogadictos y prostitutas me miraron aún más extraño que antes, como si fuera yo la que desperdiciaba su corta existencia. Lagrimas empezaron a correr por mis mejillas.
Un carro se paró al frente de mi cuando me disponía a cruzar la calle, y un hombre de unos 45 con aspecto de empresario bajó el vidrio sonriéndome…
- ¿Cuánto cobras? – Preguntó en ingles. No pude hablar, lo miré ofendida.
- No soy de esa clase señor – Le dije cuando al fin pude hablar.
- Ah entiendo… Bueno estoy dispuesto a pagar más- - Mucho más – Agregó dándome una mirada lasciva.
Reprimí la rabia que hervía dentro de mi…
- Ya le dije que no soy una prostituta – Le dije en tono bajo pero amenazante.
- Entiendo… Yo no te llamaría así creo que suena más adecuado “dama de compañía”.
Trate de rodear el carro por detrás pero el aceleró hacia la misma dirección bloqueándome el paso de nuevo.
- Créeme que no quieres meterte conmigo humano – Le dije demostrando mi rabia mientras sacaba una daga de mis pantorrillas y se la clavaba en la puerta para dejar en claro mi punto.
Pensé que el hombre se iría asustado pero al contrario se bajó tomándome por sorpresa cuando sacó una pistola con él…
- Vas a pagar por eso Puta – Me gritó con desprecio y los ojos desenfocados. Por un momento no supe que hacer, pero yo no debía paralizarme yo era una humana, si, pero una de 11 mil años y sin magia o con ella fui entrenada por demonios carontes, no me iba dejar amedrentar por un idiota acomplejado. Pero cuando iba a atacarlo una mujer aún más destapada que yo se colocó al frente de mi…
- Discúlpala Walter cariño ella no pertenece a esta calle solo está un poco confundida… - Dijo
- Al diablo Mirella… Mira lo que esa perra le hizo a mi carro – Gritó bajando el arma.
- Lo vi cariño y tú no la querías dejar ir aunque ella dijo no… Así que creo que estamos a mano – Le dijo la mujer entre sexy y dulce.
El hombre nos miró con desprecio antes de arrancar mi daga y tirarla al piso como si no valiera nada, luego arrancó y aceleró como si fuera un piloto de carreras.
- Ahora qué diablos crees que estás haciendo en mi territorio jovencita – Me gritó la mujer histérica. - ¿Tienes alguna idea de el buen cliente que es ese hombre al que acabas de cabrear? – Agregó.
- Mira disculpa, pero de verdad yo no soy… Como usted. De verdad yo solo estoy perdida… y ni siquiera sé donde estoy – Le dije disculpándome.
- No eres… Me vas a decir que no eres como yo – Dijo riéndose. – Con esa ropa y deambulando por callejones oscuros a esta hora? – Agregó.
Recogí mi daga… y la miré a los ojos. Pobre mujer… Una vida llena de decepciones y de abusos. Mi cara debió mostrar mi tristeza.
- ¿Estas drogada? – preguntó examinándome.
- No, no… Lo juro. ¿Podrías decirme que ciudad es esta? – pregunté tratando de ubicarme.
- Chicago por supuesto… - Respondió recelosa.
Lo pensé durante un momento… aquí deberían haber cazadores oscuros era la única manera de conseguir regresar, yo debía comunicarme con Apollymi o en defecto con su hijo antes de que alguien más lo hiciera conmigo. Ya que ahora que no tenía nada de poder no podía abrir el portal de vuelta a Kalosis. Pero el foco central era Nueva Orléans y allí sería más fácil. Eso o encontrar un maldito daimon que estuviera dispuesto a abrir un portal para mí. ¡Sii el infierno se congelaría primero!.
Empecé a sentir una presencia cerca de mi y me animé creyendo que mis poderes habían regresado. Pero no y la sensación se hacía cada vez más desagradable…
- Santos Dioses… No permitan que sea cierto – Supliqué en voz baja.
- “De que estás hablando? ¿No estarás demente no? – preguntó entre graciosa y algo asustada la mujer.
Una sirena se escuchaba cada vez más cerca y vi la cara de molestia de la mujer a mi lado.
- Me tomó de la mano… vamos loquita a correr – Me dijo entre jadeos mientras me arrastraba tras ella. Corrimos y corrimos entre callejones oscuros, no tenía idea como esta mujer sabía hacia donde iba, debía estar familiarizada con ello.
Pero cuando llegamos al final de uno de los callejones otra patrulla nos esperaba. Tomaron por el cabellos a Mirella cuando trató de resistirse y la pegaron contra el capó del carro con fuerza gemí cuando otro se acercó a mi…
- Vamos jovencita nada de empezar a corretear – dijo el policía con mirada lasciva mientras se acercaba más y más con cautela.
Me tomó de la muñeca y con un movimiento rápido le torcí el brazo poniéndolo de espaldas y haciendo que se arrodillara.
- No lo creo amigo – Le dije mientras le pegaba la cara al suelo como lo acababan de haces sus compañeros hace un momento con Mirella.
Uno de los otros dos se dio cuenta de lo que había hecho.
- Mira Earl nos tocó una polluela de las rudas – Le dijo gritándole al otro para que yo escuchara…
El que se llamaba  así termino de encerrar a Mirella en la patrulla y volteó, me miró con sorpresa y luego con cansancio al otro policía que tenía presionado al piso… El olor de la sangre  llegó a mis fosas nasales. Los humanos eran mucho más frágiles que las criaturas con las que estaba acostumbrada a tratar, debía tener cuidado o le iba a dejar un grave trauma craneal a este.
- Creo que me partió el brazo – Gritó en medio de gorjeos por la sangre que tenía en la boca. – Y algo más – agregó con dolor.
Los tipos sacaron sus armas de fuego…
- ¡Diablos que tienen ustedes con esas malditas pistolas! ¿Qué hay de malo en ser hombre y no escudarse detrás de ese pequeño artefacto? Complejos, complejos…. – Dije suspirando pero no sabía si iba a ser lo suficientemente rápida como para esquivar una bala.
Escuché el ruido del disparo y sabía que tenía pocas posibilidades de salir ilesa… Sentí que la bala caliente y rápida me rozaba el brazo mientras me apresuraba al suelo.
Me puse de pié rápidamente esperando el siguiente disparo pero cuando miré vi a un hombre… No, no era un hombre… o sí solo que muy grande y tenía la piel verdosa, pullas salían de su cara y sus brazos y teniá alzados en el aire a los dos policías que estaban hace un momento atacándome…
- Nadie puede hacerle daño a la propiedad de mi señor… Solo él tiene ese placer – Rugió en la cara de los dos policías. Volteó y me miró o bueno eso creí hasta que me di cuenta que no tenía pupilas… Sus ojos eran una blanca piscina. Era aterrador.
 Abalanzó a uno de los tipos contra una pared que estaba cerca de mí y juré escuchar como sus huesos se partían… Si aún no había muerto una hemorragia interna iba a hacerlo colapsar en unos momentos. Luego acercó  al cuello del otro a su boca mientras este forcejeaba y se la desgarró con los dientes. Echó su brazo hacia atrás como si fuera a darle un puñetazo pero de sus dedos salieron unas uñas largas y afiladas, se veían fuertes como cuchillas… Y con un movimiento rápido sacó el corazón del pecho del policía y se lo empezó a comer con deleite.
Hice una mueca de asco… - Corre, Corre – Gritaba mi mente. Y eso fue lo que empecé a hacer hasta que me acordé que Mirella aún se encontraba dentro de la patrulla, no entendía porque después de ese show no había salido corriendo despavorida de allí. Me apresuré al auto y abrí la puerta de inmediato escuché los gritos despavoridos de la mujer.
- ¿Por qué diablos no saliste antes? – Le grité confundida.
- Las puertas, las puertas… - Era lo que lograba decir. Y vi que por dentro las puertas no tenían manillas antes de arrancar a correr, ahora yo arrastraba a Mirella como ella lo había hecho hace algunos minutos para salvarme de los policías. Ibamos entre el laberinto de callejones, no sabía a dónde me dirigía y la mujer estaba demasiado afectada como para darme indicaciones o dirigirnos.
Cuando me di cuenta llegamos al final de un callejón sin salida y no había vuelta atrás el monstruo estaba en la entrada del mismo. Mirella lloraba y temblaba, la coloqué detrás de mí para protegerla mientras pudiera. Si después de todo, las cosas eran como la temía, eso quería decir que no me haría daño a mí, por lo menos no ahora y no él.
Caminé lentamente hacia el ser que me… “miraba”. Estaba inmóvil, me debatía entre atacarlo o hablarle ya que era obvio que atacarlo solo me iba a romper una buena cantidad de huesos innecesariamente, lo que luego lamentaría.
 Y este con movimiento me pegó contra la sucia pared de ladrillos. Sacó su lengua era doble como la de una serpiente. Cerré los ojos y comencé a llamar a Simi… Nunca lo había intentado pero ella me dijo que si necesitaba ayuda debía llamarla solo que no sabía si debía ser en voz alta. Su aliento fétido rozaba mi mejilla…
- Ahhh pero si eres exquisita… Entiendo porque Hades no va a renunciar a ti – Dijo con el tono de una conversación casual. Era eso…. Estaba dicho en voz alta no podía seguir negándomelo. Mi madre había sido vendida a Hades y cuando esta se suicidó Hades decidió venir a por mí, todas las desgraciadas piezas encajaban. Solo que todos estos años Apollymi me había estado protegiendo. Era por eso que se molestaban tanto cuando yo quería subir al mundo humano, siempre fue peligroso para mí. Nuevamente las lágrimas corrían por mis mejillas mientras forcejeaba y mi mente trataba de llamar a Simi una y otra vez.
- ¿A quién llamas? – Preguntó otra voz cercana a mi.
Abrí los ojos esperanzada y vi a un hombre de cabello negro y reflejos blancos, con unos ojos azules eléctricos escalofriantes y vestido solo con vaqueros negros…
- ¿Crees que podrías echarme una mano? – pregunté cínica presintiendo que este ser no sería de ayuda.
El brillo de sus ojos se intensificó con mi comentario y sonrió.
- Baja la presión un poco Atropos, no queremos que hagas astillas sus huesos – No creo que a Hades le agrade – Dijo con tranquilidad.
Gruñí por lo bajo… - ¡Simi este sería un buen momento para aparecer! – pensé frustrada.
- Pero Astor… La sabandija de Stryker dijo que era peligrosa y escurridiza – Respondió con voz gruesa Atropos.
- Vamos… ¿No la ves? Es hermosa, muy sexy y definitivamente tiene una lengua rápida… Pero no creo que peligrosa entre en el menú – dijo sonriente - Eso sería perfecto y ya sabemos que los humanos no tienen perfección - Agregó sin despegar sus ojos de mi cuerpo.
Y en lo que duraba un segundo lo tenía encima de mí en lugar del otro… El tipo era realmente guapo, si no fuera porque era de los malos me plantearía la situación. Después de todo 11 mil años de abstención tenían que quemarme algunas neuronas. Me sentí embotada de pronto, como si su presencia me sobrecargara. Astor estaba lamiendo mi cuello cubierto de sudor y tocando mis senos por encima de mi top cuando logré aclarar mi mente lo suficiente como para saber que hacer… Años de entrenamiento tenía que servir de algo. Fue entonces cuando recordé un movimiento que me enseñó un viejo amigo caronte.
Bajé mis labios hacia su sien, provocándolo, lo que le hizo replantearse la dirección de sus besos, posó sus labios en los míos con rapidez pero sin rudeza y sentí… Nada! A pesar de que el tío olía al rocío de la lluvia y no era mal besador… No sentí nada más que aburrimiento y molestia… Mordí con salvajismo su labio distrayéndolo lo suficiente como para poder darle una patada en donde debían estar sus pelotas y su lindo amiguito, logrando que cayera al piso, daimons, Carontes, demonios o humanos, todos caían con eso.
Pero antes de que pudiera hacer algún otro movimiento Atropos haló mi cabello y me propinó un fuerte golpe en el estomago haciendo que mis piernas flaquearan, luego sin dejarme caer retorció mi brazo derecho hacia atrás haciéndome aullar de dolor para luego estampar mi cabeza contra la pared de ladrillos.
Repentinamente el abrazo mortal que le hombre había puesto en mí desapareció cuando fue abalanzado contra la pared que estaba a mis espaldas y escuchaba un rugido espeluznante. Logré ver una sombra borrosa abalanzándose hacia él… El terror me azotó aún en mi cansancio, pero al pestañear pude ver las gloriosas alas negras y el perfil de una hermosa chica de ojos rojos que definitivamente conocía, era La Simi… Me dejé caer por la pared con alivió. No me di cuenta de que algo faltaba hasta que noté que Mirella ya no gritaba, estaba hecha un ovillo en el suelo.
Me levanté a duras penas caminando hacia ella y me tiré a su lado en parte porque no me podía mantener de pie y en parte para tranquilizarla.
- Mirella – Susurré posando una mano temblorosa en su hombro… Abrió sus ojos de par en par, pero no me estaba observando a mí. Observaba con pavor a Simi que al parecer había terminado su bocadillo porque ya estaba a mi lado… Volteé y vi partes de lo que antes había sido Atropos.
- Tranquila Mirella, es una amiga – murmuré entre la conciencia y la inconciencia.
- Simi ¿Estás bien? … ¿Dónde está Astor? – Pregunté temblorosa y sin dejar de ver borroso.
- Bahhh la Simi odia los demonios del inframundo… Son taaaan tramposos!!! – Dijo Simi disgustada.
- Gracias Simi – Dije con una sonrisa temblorosa formándose en mis labios.
Simi hizo un puchero y me ayudó con la colaboración de Mirella a sentarme…
- ¿Qué tienes? – pregunté mientras ella trataba de colocar el cabello que se escapó de la larga trenza tras mis orejas
- Te hicieron daño… la Simi no pudo llegar a tiempo y mira como estas – Dijo triste.
- ¿Cómo estoy de qué? Vamooos Simi pudo haber sido mucho peor… Si no hubieras llegado – temblé.
- Bahh… Ahora ¡Pregunta, pregunta! – Dijo Juguetona.
- Adelante Simi – Le respondí luchando por no dormirme.
- ¿La Simi puede usar la salsa barbacoa con la mujer? Es que con el demonio no me dio tiempo – Preguntó con sus ojos brillantes.
- Ohh Por Dios Simi… No, Mirella es amiga. Y ahora mismo estaba por irse – Respondí con la indirecta a Mirella.
Mirella que estaba aterrada por la pregunta de Simi tenía los ojos abiertos como platos. Me asintió y dándome las gracias con su mirada partió corriendo como perseguida por el mismo infierno.
Simi hizo un puchero nuevamente…
- ¿Ahora qué te aflige nena? – Pregunté cansada.
- Dejaste ir al bocadillo y ahora vas a ponerte mala y… - Pero no escuché el resto de lo que Simi decía porque ya estaba camino al piso con el mundo dando vueltas a mí alrededor. Tuve conciencia de haber murmurado algo y de la Simi resoplando y luego nada. Por segunda vez en la noche caía como una asquerosa damisela en apuros.


ΨΨΨΨΨΨΨΨΨΨΨΨΨ


__New Orleans__


Jolie terminó trasportandose a un callejón solitario…
 - "Bien" - Pensó... Despues de todo los humanos no eran tan comprensibles con las cosas que no entendian... Y seguramente fliparian al verla "aparecer".

Salió de allí con la mano en la herida de su costado. La de su brazo y la de su pierna no tenían la mayor importancia, su padre le había enseñado bien a localizar y juzgar los daños. Pero la de su costado era otra cosa, sabía por la constante pérdida de sangre que era profunda y el maldito dolor que cabeza por el golpe en la quijada que Noir le había propinado no la dejaba pensar con claridad.
- Malditos.. Malditos enfermos - Murmuró.
Salió del callejón que convergía en una calle bastante convulsionada por los humanos y aunque era de noche su aspecto desaliñado y ensangrentado no fue pasado por alto, varios pares de ojos se voltearon a observalarla y luego rápidamente muchos más fueron posándose en ella mientras caminaba y la gente se daba codazos y murmuraba. Jolie no sabía si era porque su aspecto mostraba claramente que no se encontraba bien y que estaba fuera de contexto o pos su impresionante belleza. Los humanos eran creaturas adoradoras por naturaleza, siempre buscando de quien recostarse "Literalmente". Siempre buscando alguien que resuelva sus problemas a cambio de un poco de atención. Y ella era claramente alguien que cualquiera aceptaria adorar aún si no cumplia con ciertos "favores".

Encontró a su derecha un callejón solitario que al final salía a otra calle, lo miró cautelosa pero al final decidió alejarse de la muchedumbre, cuando iba por la mitad escuchó pasos a sus espaldas… Caminó un poco más rápido y el sonido de pasos se escucharon más fuertes y seguidos. Jolie logró salir al final del callejón sin mirar atrás pero cuando entró a la siguiente callé se percató de que estaba tan solitaria como la anterior.
- "LO que me faltaba!" - Chillo irritada.

Se volteó con rapidez y vió a 6 hombres a sus espaldas, ninguno pasaría desapercibido, todos parecían jugadores de futbol americano con anchos hombros, eran altos y también podían pasar por partidarios nazis ya que todos eran escalofriantemente rubios y con perfectos razgos respingados.
Sintió una puntada de advertencia cuando miró a sus ojos… eran unos  frios y sin conciencia. Él que parecía ser el líder calibró sus heridas y se detuvo más tiempo en la de su costado mientras su nariz se dilataba y sonreia con malicia. 
– Oh diablos, estos son mis primitos – Concluyó.
- Ehh… Ni lo piensen, soy Jolie hija del dios Hades y la diosa Persephon. No estoy en condiciones como para jugar con ustedes daimons así que fuera de mi camino – Respondió arisca pues sus primos en realidad eran los apolitas y estos ya yo pertenecián a esta casta, estaban malditos.
- Jajaja bien – La observó durante un minuto y luego preguntó - ¿qué hace una princesita como tú por aquí? Sangrando sobre nuestro territorio pidiendo a gritos que la “atendamos” –
- Yo no los busco a ustedes, ni su ayuda ni sus problemas… Así que déjenme seguir mi camino. – Gruñó irritada y sintiéndose mucho más débil por la pérdida de sangre, a esas alturas debería estar sanando ya, pero la daga con la que Noir la atacó debía ser algo más. El lider nuevamnete la miró... Como pensandoselo.

-Sino quieren terminar rostizados es mejor que se larguen imbéciles... Estoy empezando a perder la pasiencia - Les dijo con voz fria.
- Yo digo que no. Que podrias hacernos? Sangrar sobre nosotros? No tienes fuerza siquiera para transportarte… Y los muchachos hace rato que no se dan un banquete “divino” – Dijo con malicia.
Jolie se puso en guardia cuando sintió una oleada de vértigo y se tambaleó, pero no iba a caer, por nada bajaría la guardia antes esos malditos corruptos.

- Eyy oxigenados… Métanse con alguien de su tamaño – Dijo un hombre alto pero musculoso vestido con un pantalón negro, una camiseta blanca y un abrigo negro con capucha entrando en escena. Jolie respiró con dificultad y levantó la mirada a tiempo para verlo clavar una estaca en el corazón del líder y con rapidez le dio el mismo fin a dos más de los daimons. Y Jolie cayó.
- Malditos cazadores- gruñó uno de los daimons. 
Jolie trató de ponerse de pie pero fue en vano sentía como su corazón bombeaba con rapidez pero debil por la falta de sangre. Uno de los daimons le propinó una patada en la cabeza al cazador y este gruñó saltando sobre él y decapitándolo con una larga daga que sacó de su abrigo. Otro de los dos que quedaban lo pateó en el estomago y le mordió un hombro mientras el otro se iba hacia él con rapidez.
Jolie logro logró ponerse de pié y invocó el poco poder que le quedaba para atacarlo estirando su brazo para canalizarlo... El diamon al que atacó se prendió en llamas y se consumió rápidamente lo que distrajo al último diamon que dejó de beber del cazador dándole la oportunidad al mismo de acabar con él. Cuando se estaba desintegrando el chico sonrió.
- Bien chica ruda, creo que al final si eras de su tamaño – Dijo agradable.
Jolie no pudo evitar sonreir – Cazador… te doy las gracias – Murmuró.
- Quien eres? No espera.... ¿Oie estas bien? Estás tan pálida que.. –
- Acheron – Dijo con voz temblorosa… - Necesito encontrarlo – Dijo muy bajo cayendo de nuevo sobre sus rodillas y luego derrumbándose, el cazador detuvo su caída y ella perdió el conocimiento.


ΨΨΨΨΨΨΨΨΨΨΨΨΨ



_Inframundo_ 

- ¡Qué diablos! Son unos inútiles… ¿Dónde rayos está Atropos? Encerraré a ese bastardo – Gruñó Hades
- Creo que eso no será posible mi señor… Un demonio Caronte lo ha devorado – Respondió sumiso Astor.
- ¿Un demonio caronte? Pensé que estaban muertos – Dijo hades.
- Si mi señor todos lo pensábamos, por eso nos ha tomado de sopresa – Respondió Astor.
- Y tú por qué no lo evitaste – Rugió Hades.
- Ehh.. Yo estaba indispuesto señor – Respondió Astor apenado.
- Aventuro que no fue el Caronte el que te dejo en esa posición – Dijo Hades amargo.
- No mi señor… Fue, la guardiana, esa mujer es una fiera señor – Respondió con tono de respeto.
- Si hubiera mandado a mi hija seguramente que ya tendria a la puta besandome los pies... Tú simplemente fracasaste - Dijo con desprecio.
- Señor yo me he encargado de esto por siglos... Gracias a mí supo donde encontrarla y como hacerla salir de Kalosis... No menosprecie mi trabajo - Gruñó Astor molesto de tan solo pensar en que le quitaran el atrapar a la chica.
- La muy perra va ser mía… No importa cuánto corra. A Kalosis no regresará y si lo hace Stryker nos avisará… Solo es cuestión de rastrearla – Dijo Hades.
- Señor hemos tratado de hacerlo… pero es como si se encontrara en otra dimensión de nuevo – Se disculpó Astor.
- Sigan buscando… Solo ha demostrado ser escurridiza, eso solo empeorará las cosas para ella cuando la tenga aquí – Dijo Hades con voz gélida.
Astor se estremeció asintió y salió con rapidez.
- Ella pagará por las decisiones equivocadas que tomó Antala- Murmuró melancólico Hades para sí mismo.

Fin del capi... Ya saben que hacer chicas xD Si les gusta o les disgusta !Comenten! 

6 comentarios:

  1. Ahh mis chicas me a encnatado este capi!! A la pobre de sono de broma me la %&/&%/$ pobre menos mal que la simi llego a tiempo!!!

    Y de solo imaginarme la cara de Mirella cuando Simi la vio como un Boccato Di Cardinali me entra la risa jijiji!!

    Me gustaria saber a donde la llevooo!! Y la pobre de Jolie al menos logro hecharse al pico a un Damon jiji me gustaria saber que cazador oscuro la ayudoo!!!

    Y ese Hades cada vez me cae de lo peor la pobre soni no deberia pagar por los actos de sus mama!! Es mas ni siquiera fue su mama realmente la que se entrego a Hades que salvajada de personaje!! Lo odiooo!!!

    Bueno mis nenas decir de nuevo que me a gustado es quedarse corto!! son un gran duo ustedes dos!! Les mando muchos besos y cuidenseme!!

    P.D Mi SONI FELIZ CUMPLEAÑOS HERMOSA!!!! Que Dios te bendiga y ter de un dia maravilloso y muchos años mas de vida! y que te de muchos sueñitos con tu Ash besos muñeca!!

    P.D2: Soni tu regalo ya sera para mañana es que ando con prisas!! En fin besos nenas!!

    ResponderEliminar
  2. Esta excelente el capi! :D me gusto mucho! :)
    Quiero leer maaas!!

    PD: por el comentario de arriba me entero que estas de cumple, Feliiiz Cumpleañoooss! :D Pasa un lindo día

    Saludos, Anya.

    ResponderEliminar
  3. Gracias Mi Ari Bella... Sabes que me encanta que te encante! jejeje No hay mayor placer para una escritora que el de que los lectores disfruten y nadie mejor que tu para entender eso! xD

    Y gracias por acordarte de mi cariño... Sabes que es un super gestooo. Ahhh Yo ya tengo tus regalitos, estan muy lindos (Y no es porq los hice yo ¬¬ jajaja)

    Supeer que te haya gustado Anya... Dentro de poco ya estamos publicando el 4to capi, un poco de ansiedad aumenta el gusto de leer xD Y Gracias por la felicitación...

    ResponderEliminar
  4. Gracias por su apoyo chicas!!! Y si mi hermanita Soni ta de cumple..ya tamos viejitas jaja...te quiero loka y constestame en msn!!!

    ResponderEliminar
  5. Buen capitulo chicas!!
    Me dejan con ganas de mas jejeje

    besos a ambas,
    Abe

    ResponderEliminar
  6. definitivamente Jo necesitas una Simi en tu vida jajajaja

    ResponderEliminar

Personajes de "Destino, fuego e inmortalidad"

Image and video hosting by TinyPic Image and video hosting by TinyPic Image and video hosting by TinyPic Image and video hosting by TinyPic Image and video hosting by TinyPic