domingo, 31 de octubre de 2010

Feliz, Feliz, Feliz Día!!!

Hola chicas, yo se que estan a la espera de capi y les prometo que pronto lo tendran... Pero antes, o sea Hoy debemos hacer un parentesis, un parentesis super agradable. Que más agradable que una celebreción??? xD

Hoy nuestra querida July, la Colombianita más querida... Nuestra Jolie (Futura esposa y dueña de Sav xD) está de cumpleañoooos! Siii... Así que agregemosle un año más a sus 11mil  y tantos jajaja. Pero a poco no saben lo bien que se conserva la chica! jejeje.

Jolie.... Sabes que eres una chica que sobrepasa lo especial, eres hermosa por dentro y por fuera, tienes una personalidad chispeante y super entusiasta ademas de ser única! Eres como la heroina de una de esas historias que nos encanta leer; Ocurrente, alocada, apasionada y tienes una lengua maravillosamente viperina cuando es conveniente jajajaja así que seguramente un día te va a pasar eso tan extraordinario que estamos esperando! (Esperemos que antes de los 35 ¬¬).

Y bueno a falta de un buen abrazo acá te dejo un regalito que he preparado para ti con mucho cariño... Te quiero Hermaaa! LOL


Espero te guste... Despues te lo paso por msn!!!

jueves, 21 de octubre de 2010

Quinto capítulo de "Destino, fuego e inmortalidad"

__Katoteros__

Savitar silbó y sorbió de su piña colada…
- Azura y Noir. Esos dos son desagradables cuando se ponen en acción – Dijo Savitar cuando Acheron le contó quienes pretendían hacerse con su ex-mejor amigo.
- Voy a deshacerme de ella… Jolie es una diosa y eso significa problemas, hablaré con su padre, le entregaré a su hija y le avisaré lo que planeaba hacer… Nunca está de más que un dios te deba una – Meditó Acheron
- ¿De qué dios estamos hablando? – Preguntó Savitar intrigado.
 - Hades – Respondió Acheron estoico.
- ¡Santa mierda! Tienes que estar bromeando – Dijo Savitar atragantandose y negando con la cabeza.
- ¿Que tiene de gracioso una visita al inframundo Savitar? El sol está empeorando tu desagradable sentido del humor – Gruñó Acheron preocupado por lo que podrían planear para Nick.
 - No seas tan respondón Telikos… ¡Respeta a tus mayores! Yo podría ser tu padre – Bromeó Savitar – Pero sin desviarnos del tema… Yo necesito por la salud de mi tan anhelada soledad, un favor de Hades – Continuó.
  Ahora fue el momento de Acheron de lucir intrigado….
- ¿Un favor? ¿Tú? ¿De hades? Si, sé que sueno como mis sorprendidos cazadores… Pero esto no sucede todos los días. ¿Estás sugiriendo que te ceda mi favor? – Preguntó Acheron alzando una ceja.
- No te lo estoy sugiriendo, aunque me lo debes… Te estoy diciendo que lo usaremos en beneficio de ambos – Dijo Savitar seguro.
- ¿De ambos? – Preguntó Acheron incrédulo.
- Yo recupero mi privacidad y tú le devuelves a tu madre a su sierva más antigua y apreciada – Explicó Savitar.
- ¿Estamos hablando de la humana, que es la “amilicius” de Simi y de la cual todos saben menos yo? – Preguntó Acheron con ironía estremeciendose al usar la palabra textual de la Simi “Amilicius”.
- Hades está obsesionado con ponerle el guante a la chica – Explicó Savitar.
- ¿Por qué? – interrogó Acheron.
- Eso no… No sé si pueda o si yo deba tomarme esa atribución– Dijo Savitar mirándolo de reojo.
- No importa yo no quiero saber nada sobre eso, no es mi problema – Gruñó Acheron.
- La chica tiene algún asunto inconcluso contigo… ¿No te gustaría entenderlo antes de que regrese a Kalosis? Porque si a ver vamos… a mi si – Dijo Savitar en un tono extraño y con una mirada llena de anticipación que hizo estremecer a Acheron.
- ¿No dices que por alguna mala jugada de las destinos estas ciego? Porque me parece que sabes algo que yo no – Acusó Acheron.
- Para nada… Sabes que no me ando con reparos – Dijo Savitar serio – No debería estar ciego porque nunca me involucro. Pero lo estoy, aunque tengo estos presentimientos, es bastante aburrido, pero sé que te cabrea y por eso aventuro una que otras conclusiones –
- Cuéntame de la humana… ¿Cuál es su problema con Hades? Y no te niegues – advirtió Acheron irritado.
- Fue hace 11 mil años, pero sabes que un dios no olvida si tiene la posibilidad de resolver el asunto… Y el problema no es con ella exactamente, fue con su madre, fue vendida a él ¡No me preguntes como o el porqué! Y murió incluso antes de ser entregada a Hades, solo unos días después de dar a luz... Así que Hades quería como pago su hija, pero la bebe nunca apareció – Reveló Savitar.
Acheron apretó el puente de su nariz…
- Y ahí es donde entra Apollymi – Aventuró Acheron.
- ¡Exactamente! – Savitar se cayó durante un momento y luego continuó - Cuando Simi la trajo la chica estaba en muy mal estado, tenía unas costillas rotas, cortes y su cráneo estaba hecho puré, está claro que con la medicina humana nunca hubiese sobrevivido, debo asumir que aún debe tener aunque sea en lo profundo algo del poder de tu madre porque su curación aún con la ambrosia fue muy rápida… Pero independientemente, eso lo hicieron los enviados de Hades cuando la encontraron… La pregunta es ¿Hades la querrá viva o también le sirve muerta? – señaló.
Acheron frunció el ceño…
- Maldición esto es lo que nos faltaba… No podemos negociar teniendo al objeto de su obsesión tan cerca, la tentación sería muy grande para el dios del inframundo – Dijo Acheron.
Savitar lo miró estoico – Es exactamente lo que estoy diciendo – Dijo.
- ¿Quieres que negociemos con Hades con la chica allí?– Dijo Acheron incrédulo.
- No queda de otra… Igual será una reunión “familiar” - Dijo Savitar gracioso.
- Y que Apollymi nos resguarde – Espetó Acheron.
- No seamos tan negativos… No eres exactamente un rayito de sol – Dijo burlesco desvaneciéndose justo cuando Acheron impactaba un rayo justo en el lugar donde él estaba. Acheron no quería nada que ver con la mujer… pero la verdad es que él estaba tan ciego como Savitar, así que si no quería involucrarse estaba claro que ya era muy tarde y eso era mucho decir de ambos.


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- ¿Matera? – Llamó Acheron.
- ¿Si Apostolos? – respondió Apollymi con voz maternal.
- ¿Estás de acuerdo con la idea de Savitar? ¿Te gustaría tener a la chica de vuelta?- indagó Acheron, sabiendo que Apollymi estaba escuchando en el fondo se su mente.
Apollymi no dudó en responder - Por supuesto –
- La mujer… ¿Por qué no quiere que yo la vea? – Preguntó Acheron.
- Eso… Por extraño que parezca no sabría respondértelo – Dudó Apollymi.
- ¿No tienes la más minina idea de por qué? – Presionó Acheron.
- Tal vez… Pero no soy de las que hablan por hablar Apostolos – respondió incomoda.
- Bien… ¡Entonces yo mismo se lo preguntaré! – Dijo antes de cerrar la comunicación.

Apollymi se sentó… No sabía si eso sería bueno o malo ¿A caso Sonatina se sentía apenada por haberlo tratado hace tanto tiempo? O ¿Era algo más? Escuchó un gemido y desvió la mirada al diamon ensangrentado y mutilado en una esquina oscura de sus aposentos.
- Keamur… no te atrevas a morirte. Aún no he terminado contigo. Ya le llegará su momento a la escoria de tu líder. La venganza es un plato que se come frio…  Y a pesar de eso no dejaré que esto se extienda mucho - Dijo enviando una onda oscura de poder mientras la masa inentendible que era el diamon se arqueaba y chillaba de dolor.


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__Nueva Orleans__


- Ya han pasado 2 dias ¿Dónde está tu líder Phoenix? – Preguntó inquieta Jolie por quinta vez.
- Oie tu lo has dicho es mi líder… ¡Yo no soy su niñera! – Dijo Phoenix irritado.
Jolie sonrió dulcemente y con un rayo de poder prendió en llamas la chaqueta que tanto le gustaba al cazador. Phoenix dio un gritito angustiado por su chaqueta…
- Ayyy. Esto… ¡esto era una edición especial! – La regañó y luego se rindió haciendo pucheros al lado de la tela chamuscada.
Jolie sintió remordimiento al verlo tan afligido… Suspiró.
- Phoenix… - Empezó a decir Jolie.
- Arrrg ¡Déjame en paz damita! ¿No sientes respeto por las cosas de los demás? O solo le haces buen honor a ser hija de Hades – La cortó molesto Phoenix.
Jolie alzó una ceja ante el berrinche del cazador.
- Ahh Vamos… Necesitas un buen revolcón urgentemente – Lo provocó Jolie mientras restauraba su chaqueta.
- ¡Pues no será de ti! – Dijo Phoenix con una sonrisa sexy.
Jolie lo observó… Si tan solo el chico fuera un hombre…
Una voz sin emoción sobresaltó a Jolie…
- Prepárate… vamos a la playa – Dijo Acheron.
- Diablos… ¿Siempre haces eso? ¿Entrar sin tocar… Querías sorprenderme desnuda Acheron? – Gruñó cínica Jolie.
Se escuchó la risa de Phoenix y los dos voletaron a verlo.
- ¿Qué? Acheron siempre nos hace eso… Pero no me había detenido a pensar que nunca aparece cuando estoy… – carraspeó sonrojándose –indispuesto – Dio Phoenix entre risas.
- ¿A la playa? ¿Es que acaso eres idiota?… Te dije lo que se está cociendo y quienes eran, ahora tu obligación es encargarte de ello inmediatamente – Le gritó jolie dirigiéndose de nuevo a Acheron.
Acheron la miró de forma penetrante y entrecerró sus ojos…
- ¿Te parezco de la clase que suele irse a broncear? … No eres muy Suspicaz ¿Verdad? – Se burló Acheron.
- Bien… Si ir allí es el primer paso, eso haremos – indicó Jolie dándole la espalda al engreído dios y al cazador de sonrisa fácil – ¿Vamos o te quedas a tomar el té? – Agregó.


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_Inframundo_


- Señor… ¿Y Es seguro ir allí? – Preguntó Astor
- ¿Dudas de mi poder? – Preguntó Hades a la defensva.
- No mi señor… Pero el Chlotonian, bueno es sabido que tiene estrecha relación con el Telikos. – Inquirió Astor.
- Allí es territorio neutro… EL telikos no se iba a arriesgar a venir a mi territorio aunque es sabido que es muy poderoso... No suele ponerse en situaciones de riesgo, es inteligente. Y no será precisamente un favor lo que quiere hablar conmigo. Algo me dice que se trata de un negocio – Reflexionó Hades.
- ¿Entonces me dejará acompañarlo? - Preguntó Astor con intensidad.
- No estoy complacido contigo, no has demostrado ser competente últimamente… ¡Aún no has conseguido a la humana! – Rugió Hades peligrosamente.
- Señor… La mujer no está en la dimensión humana. No hay forma de que la encuentre mientras no esté a nuestro alcance. Mi señor… usted debe saber que estoy moviendo, mar, cielo y tierra por encontrarla – Aseguró Astor molesto.
- Vendrás conmigo – Dijo Hades ignorándolo - No llevaremos a nadie más. Si las cosas se desordenan un poco estoy confiado que ambos podremos “organizarlas” el tiempo suficiente – Respondió con una sonrisa maliciosa.


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__La isla__  
(Narrado en primera persona)


- Pero… Yo no quiero ir a ningún sitio Simi – Insistí por quinta vez.
Simi hizo pucheros…
- Caminaremos por la playa Soni – Chilló Simi – Ya llevas tres días y no has salido ni una vez. Y no estás comiendo bien… ¿No te han dado salsa barbacoa? No me extrañaría que no comieras por eso – Dijo Simi reflexiva.
- Estoy comiendo lo suficiente – Respondí rodando mis ojos.
- Pero… Sav y akri estarán aquí y quieren que demos un paseo, laaaargo – Explicó Simi frustrada.
- ¿Acheron? – pregunté. Debía creer que yo estaba loca por cómo actué cuando lo vi. Pero no tenía el valor de mirarlo a la cara después de mi insolencia hace tantos años, Xirena bien me había reprendido.
Simi rompió mis pensamientos.
- ¿Soni está triste? – Preguntó colocando su cara a milímetros de la de ella y tocó una lágrima que se deslizó por mi cara sin darme cuenta.



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- ¿A quien esperamos? – Preguntó jolie aburrida.
- Al Chlotonian Savitar – Contestó Acheron sin mirarla y sentado en un pub negro con calaveras que él mismo convocó.
- Siento haberlos hecho esperar – Dijo savitar materializándose en el medio de la habitación con lentes de sol en lo alto de su cabeza una camisa de palmeras y unas bermudas amarillas.
- Uno menos... Solo falta alguien más y terminaremos con esto – Dijo Acheron a ninguno en particular – ¿Simi está de paseo? - Preguntó dejando el resto de la frase inconclusa y levantó la vista cuando Savitar no contestó.
Jolie estaba paralizada, no podía mover un musculo… Él hombre que acababa de llegar era como ninguno que hubiera visto jamás. Acheron era muy guapo incluso más para ser un dios, pero este hombre era irreal. Era un hombre sacado del sueño de una diosa y eso era mucho decir. Además no le era desconocido o así lo sentía, era como un dejavu… Como un recuerdo del sueño de un sueño…
Savitar sintió que algo lo golpeaba cuando miró a la diosa… Porque no había duda de que era una diosa. Era maravillosa, con la tez pálida… ojos achinados del color de la miel liquida y un largo pelo liso y rojizo que le hacía pensar en el pecado, en quemarse con todas las ganas en el infierno… En sexo y placer. Se estremeció saliendo de la compulsión a la que se había vuelto preso al mirarla.
- Persephone es hermosa… pero usted… es simplemente gloriosa – Dijo Savitar sin poder controlarse y con la voz ronca.
Acheron vió como Jolie se sonrojaba y se estremecía ante el cumplido de Savitar – Espera ¿Savitar haciendo un maldito cumplido? El infierno iba a congelarse – Pensó Acheron sorprendido.
- Yo… yo soy Jolie. Hija de Hades y Persephone ¿Y cómo sabes que Persephone es mi madre? – Preguntó Jolie balbuceando con la garganta seca.
- Yo le hablé de ti – Dijo Acheron poniéndose de pie.
Pero ni Savitar ni Jolie parecieron notarlo en la habitación. Hasta que la temperatura de la habitación bajó unos grados y eso desvió la atención de Jolie al sentir la inequívoca presencia de su padre. Abrió los ojos sorprendida.
- Bien aquí estoy ¿Comenzamos la fiesta? – Dijo Hades deteniéndose de pronto cuando posó su mirada fría en su hija.
- Papá… - Gimio Jolie mirando con ojos acusadores de SAvitar a Acheron.
- ¿Me explica alguien que está sucediendo aquí? O ¿debo empezar a destruir el lugar? – Preguntó en un gruñido Hades.
- Hades… No hay necesidad de ponernos en plan “todopoderoso” – Dijo Acheron con tranquilidad pero Savitar estaba tenso.
Jolie miró con rabia a Savitar y empezó a desvanecerse…
- ¡Despierta Savitar! La barrera – Gritó Acheron.
Savitar pestañeó sintiendo todo a su alrededor pasando muy rápido y en cámara lenta al mismo tiempo y reaccionó a tiempo para colocar una barrera evitando de Jolie escapara.
Acheron tomado por sorpresa salió volando con Astor tratando de golpearlo mientras él esquivaba sus golpes.
- Astor !para! – Gruñó Hades.
Astor dejó a Acheron y en forma de sombra terminó al lado de Hades. Su mirada eléctrica era inmutable y las fosas de su nariz se expandieron dándole paso a una sonrisa maliciosa. Se inclinó hacia Hades y pareció murmurar algo. Hades entrecerró los ojos pero no hizo ningún movimiento.
- ¡Quiero explicaciones Ya! – Dijo Hades con voz mortal.
- Papá… Tú no entiendes, esto no es de tu incumbencia. Tienes que irte – Gruñó Jolie.
- No se te ocurra decir que hay algo "que no me incumbe" ¿Sabes lo preocupada que tienes a tu madre? Habló con Azura y Noir y ellos negaron haberte visto – Dijo Hades molesto.
- Eso es porque trataron de asesinarla… La hirieron y dejaron a merced de un grupo hambriento de daimons – Interrumpió Acheron con voz seria, esperando la reacción del dios más siniestro.
Hades lo miró fríamente analizando si era cierto lo que decía.
- ¿Es eso cierto Jolie? Y que no se te ocurra mentirle a tu padre – Exigió Hades.
- Si… Un cazador me brindó su ayuda – Respondió enfurruñada.
- Entonces te debo una Telikos… ¿Me apresuro al creer que ya tienes en mente como cobrarlo? – Preguntó Hades perspicaz.
- No puedo creerlo… !Me traicionaste! Pensé que tu palabra era ley… Tú no puedes faltarle a una promesa – Gritó Jolie furiosa pero se detuvo a mirar a Savitar.
- Yo no lo prometí – Dijo Acheron mirándola serio.
Jolie se sintió tan estúpida y desvió su furia a Savitar.
- A mi ni me mires… El trato no fue conmigo – Se disculpó Savitar.
- Pero no entiendo porque era necesaria la presencia del Chlotonian – Dijo Hades ceñudo.
Hades notó que Astor estaba ausente… Había sentido a la humana, ahora su cuerpo estaba aún presente pero su mente debía estar vagando por la isla... Como un depredador, cazando a su presa.
- Es él el que cobrará mi favor – Explicó Acheron.
Jolie estaba tan rabiosa que miraba tras una cortina roja de furia… Las cosas se empezaron a levantar en la habitación y Acheron notó como una de las esquinas de la boca de Savitar se inclinaba.
- Jolie… No hagas berrinche – Dijo Hades fastidiado-
Pero eso solo molestó más a Jolie y las cosas empezaron a girar alrededor de los 5 peligrosamente, mientras empezaba a brillar un poco, una luz oscuramente hermosa. O por lo menos eso fue lo que pensó Savitar.
- Ya basta Jolie- Dijo Savitar acercándose a su lado y posando su mano en  su hombro.
Hades gruñó… Pero no hizo ningún movimiento en contra de Savitar.
Jolie sintió la mano de Savitar y una corriente pura de deseo la recorrió… Jadeó y retrocedió mientras todas las cosas que estaban volando cayeron al suelo.
- No vuelvas a tocarme o te arrancaré los testículos – gruñó Jolie respirando con rapidez.
- Eres una diosa muy grosera… No me hagas enseñarte modales –Murmuró savitar tan cerca de ella que solo Jolie lo escuchó.
Astor pareció salir del trance en donde se encontraba y dijo para Hades pero con voz fuerte y clara – La he encontrado Señor… En la playa junto al demonio Caronte que asesinó a Atropos –
Hades alzó una ceja y con un chasquido Astor desapareció de vista…
- ¿Qué diablos? … ¡Savitar! – Gritó Acherón.
- Esta bloqueado el acceso para salir pero no para movilizarse por la isla – Explicó Savitar apartando la mirada de Jolie y empezando a desvanecerse tambien…
- Dentenlo – Espetó Hades a su hija. Jolie sacó una daga con admirable rapidez y la presiónó en contra de la masculina garganta de Savitar, quien se materializó por competo de nuevo.
- ¿A dónde crees que vas Clothonian? – Preguntó Jolie ciníca pero con una sonrisa insegura.
Savitar no sabía cómo pudo ser tomado desprevenido… Pero si trataba de zafarse de ella ahora tendría que drenarla de su poder y eso aunque temporal sería doloroso. Un dilema, no podía hacer nada sin lastimarla y él no le haría el más mínimo daño eso era lo único seguro en ese caos.
- Simi… Traela a mi – Ordenó Acheron mentalmente.


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Simi estaba planeando sobre el agua con sus gloriosas alas negras extendidas y reía como una bebe pequeña…. Iba y venía, desaparecía de mi vista y minutos después me salpicaba entrando y saliendo del agua en juego. No podía más que contagiarme de su alegría aunque fuera solo durante unos momentos. Otra vez se había perdido en el horizonte. Suspiré. Pero no me iba a permitir pensar en Acheron y en lo cerca y en lo lejos que lo tenía.
Sentí dolor cuando alguien haló mi cabello poniéndome de pie…
- Esta vez no te me escaparás belleza – Dijo Astor complacido en mi oído.
Traté de patearlo como lo hice la primera vez que nos encontramos, pero el muy bastardo bloqueó mi golpe y soltó una risotada llena de orgullo.
- Si que eres una fiera… Pero esta vez no acertarás… - Dijo en tono bajo. Y me sobresalté al sentir un bulto presionando contra mi trasero.
- ¿Qué rayos? – Exclamé.
- Ohhh… ¿No sabes que és? – pregunto cínico presionándose más contra mí… No me dolía si esa era su intención pero si me resultaba incomodo.
- Esto… es un regalo para ti – Dijo con tono íntimo.
- ¡Soni! – Escuché el grito de La simi antes de sentir que me desvanecía aún con Astor halando mi cabello y presionándome con su extraño bulto.
Simi gruñó frustrada cuando escuchó a su akri - Simi… vengan a mi – Se devaneció rápidamente en su búsqueda.


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Jolie presionaba la daga contra el cuello del hombre con total estabilidad pero por dentro se sentía temblorosa y alarmada como si su cuerpo fuese en contra de lo que le gritaba su alma.
- ¿Dónde está? – gruñó Acheron mirando desafiante a Hades.
- Lo sabremos en un segundo – Dijo Hades sin apartar la mirada de un telikos tenso, una amenaza contenida.
- Lamento la tardanza, mi señor… La humana es bastante fiera – Dijo Astor presionando a Sonatina contra su cuerpo.
4 pares de ojos se posaron en ella con diferentes miradas. Y Simi tambien apareció al lado de su akri, Acheron tenía su mirada fija en la humana mordiéndose el labio y retorciéndose en los brazos de Astor, que tambien dejó de moverse en cuanto encontró sus brillantes ojos violetas con los suyos, a pesar de sus lentes, ella estaba penetrando en él. Sin entender su reacción la furia endureció sus rasgos y sintió sus colmillos abriendose paso, tan rápido y certero como un recuerdo – ¡La conozco! – Pensó.
Jolie se sorprendió al ver a mujer que estaba con Astor… Era una morena curiosamente hermosa. Y el cabello blanco, era tan… tan ¿familiar? No, estaba segura de no haberla visto nunca antes. Pero la mujer la llamaba como el canto de una sirena recorriendo sus venas.
Hades se sintió confuso… ¡Nunca la había visto!. Era tan parecida a su madre y a la vez tan única, sus ojos violetas eran los mismo de Antala pero su cabello… Su cabello blanco, era como el de él. ¿O seria como el de su padre? ¡Claro que sería de su padre! su cabello blanco de pronto ante su vista no se parecía en nada al de é! ¿O si?.
Acheron dio un paso hacía ellos…
- No te muevas Telikos – Gruñó Astor halando el cabello de Sonatina hacia un lado dejando su cuello al descubierto. Sonatina Gimió y una lágrima de rabia se deslizó por su mejilla. – Como odiaba sentirse tan vulnerable… ¡Lo odiaba! –
Acheron dio otro paso y soltó un gruñido que fue acompañado por uno propio de su demonio Caronte.
Astor puso uno de sus brazos por delante de sonatina, dando la impresión de que la abrazaba pero su mano se transformó en una garra afilada que punzó peligrosamente su abdomen.
Simi trató de arremeter en su contra pero la garra de Astor creció y se enterró dolorosamente cortando piel y órganos. Sonatina exhaló valientemente conteniendo el grito.
Acheron consternado le ordenó a Simi volver a él.
- Akri pero… - Dijo Simi en una protesta desesperada.
- !Ahora Simi! – Ordenó Acheron y Simi entró fúrica haciendo arder el lugar en donde se posó. Acheron miró de nuevo a Astor y como llevado por un imán dio un paso al frente, tratando de canalizar sus poderes para desestabilizar a Astor.
Astor que sintió la perturbación de poder por parte Acheron y la mirada casi posesiva con la que miraba a su presa se llenó de rabia y oscuro poder - Te lo advertí – Dijo Astor antes de clavar sus colmillos en el cuello de una sonatina indefensa e introducir más a fondo su garra destrozando críticamente su interior.
Hades pronunció un débil – ¡Espera! – Pero el sonido no fue ni una orden, se veía curiosamente pálido.
Sonatina ya no tenía dolor por la brutal herida de su abdomen, sintió como de ese lugar peculiar en la parte baja de su nuca extendía el fuego por todo su cuerpo… pero era un fuego frió y casi pudo visualizar el fuego blanco recurriéndola y quemando sus órganos, débiles y humanos. Astor se estremeció y salió despedido con una gran oleada de poder, sonatina se derrumbó temblando con una barrera chispeante de poder cubriéndola.
Acheron trató de llegar a ella… Pero el poder que emanaba lo repelió con una fuerza primaria. Pero insistió hasta que el poder dejó tembloroso.
Jolie soltó el cuchillo sorprendida por la escena, pero Savitar aún así no se movió ni un centímetro contemplando de igual manera. Hades horrorizado por lo que estaba viendo y reconociendo como suyo el poder que emanaba de Sonatina se recostó de una de las columnas.
Jolie corrió hacia ella sin detenerse y sin pesar se reclinó sobre ella. Al principio el poder amenazaba con rechazarla pero de pronto la reconoció, así como ella misma reconoció al poder como el suyo… Como el de su padre.
- ¿Quién eres? – Murmuró en pregunta mareada cuando sintió su poder fusionarse con el de la mujer que era… Sin saber cómo lo sabía pero lo sabía… Sangre de su sangre.
Acheron sintió desesperación mientras miraba la escena… La hija de Hades entró en la tormenta que se estaba dando lugar alrededor de la mujer, por un momento fue rechazada, pero luego la abrazó como si nada.
Savitar miró a Jolié correr embrujada hacia una Sonatina agonizante… Sintió miedo cuando Jolie entró en contacto con ella y se tambaleó pero luego abrazó a sonatina, sus ojos miel se pusieron vidriosos, su cabello rojo ondeaba con rapidez y se veía gloriosa, tan en su elemento. Mientras un fuego blanco salía de la boca, la nariz y los oídos de sonatina consumiendo las ropas de ambas
- ¡Hades!… ¿No piensas hacer nada? ¡Van a consumirse! – Le gritó Acheron confundido por la marea de sentimientos que se agitaban en sus adentros.
Hades pareció salir de un transe y ondeó la mano hacia su hija y Sonatina… El fuego se apagó y Jolie se derrumbó con Sonatina, pero las dos estaban intactas, las heridas desaparecieron…Solo piel pálida y humeda. Hades miró hacia donde estaba Astor y este desapareció, luego volvió a mirar a lo que Acheron y Savitar pensaron era Jolie y lagrimas turbias cayeron y se deslizaron por su cara. Miró a Savitar que estaba tan aturdido como todos los presentes.
- ¡Déjame salir! – Dijo Hades casi en un susurro, pero no exenta de una orden cruda.
- Pero… Jolie – Dijo Savitar moviendo su cabeza para aclarar sus ideas.
- Mis hijas están vivas y ahora no puedo… ¡Ahora no! Yo me arreglaré con ellas luego – Dijo cortante y desapareció.
- ¿Sus hijas? – Preguntó Acheron incrédulo.
- Ahora sí que se desató el infierno – Murmuró Savitar.
- Si… Y me temo que no vamos a salir ilesos – Dijo Acheron siniestro.

Fin del capítulo.

jueves, 14 de octubre de 2010

Cuarto capítulo de "Destino, fuego e inmortalidad"

__La isla __
(Narrado en primera persona)


Cuando abrí mis ojos todo estaba borroso… Parpadee varias veces, me
sentía muy extraña, caliente, me hubiera atrevido a decir febril, pero nunca antes me había sentido así,  nunca antes me había enfermado, gozaba de una salud perfecta y me imaginaba que combinada con los pocos poderes que me otorgó Apollymi con su “vinculación” eso me hacía más fuerte y menos vulnerable.
Me levanté dando tumbos y casi me caigo cuando me asaltó un mareo y una extraña corriente recorrió mi cuerpo, comencé a hiperventilar y las piernas me temblaban… Cuando escuche una voz conocida.
- Ahhh allí estas, hasta que te despiertas Sonatina… -  Alcé la vista como pude y me toqué la parte baja de mi nuca, era en parte ardor y picazón…
- ¿Savitar? – Interrogué extrañada preguntándome donde rayos estaba… esto no era kalosis, de eso estaba condenadamente segura... Esto eraaaa… Demasiado tropical, para el gusto de mi diosa y para el mio.
- No… Caperucita roja… eso te convierte en la abuelita o el lobo ¿Cual prefieres? – Preguntó sarcástico.
Ese lugar en mi nuca se hizo sentir mucho más, se calentó… sentí un chisporroteo a mi alrededor como si mi poder vinculante a la diosa de la destrucción hubiese regresado, me concentré y traté de abrir un portal a Kalosis... ¡Nada! Aún nada... Gruñí, era todo lo que podía hacer, mi autocontrol estaba muy lejos de mis facultades en ese momento, y no quería arriesgarme a contestarle con alguna de mis ingeniosas respuestas al poderoso inmortal.
Savitar sintió el chisporroteo de poder… era un poder primario, bruto. Miró a su alrededor con el vello erizado esperando ver en cualquier momento a alguien materializándose. Pero la sensación desapareció y nada ocurrió.
- Entonces me puedo aventurar a sacar como conclusión que estoy en tu “isla” ¿no? – Pregunté mientras me sentaba para no caerme de bruces.
- Si… mi humilde morada, ahora acuéstate de nuevo, te ves terrible – Me dijo entre lo que sospeché eran risitas.
- Apollymi… - Dije con la garganta seca.
- Apollymi ya sabe que estas aquí y está complacida de que te encuentres bien, así ella misma podrá asesinarte por haber salido de Kalosis sin su consentimiento – Agregó Savitar con censura.
- Yo no salí sin su consentimiento… - Respondí con molestia.
- Bueno eso es bastante cuestionable… ¿No crees? Puesto a que Apollymi no sabía de tu inesperada salida y estás aquí ahora y no allá – Contestó Savitar irónico.
- ¿Sabes qué? No tengo porqué darte ¡ni la más mínima explicación! – Espeté.
- Cuida a quien le hablas y como lo haces si no quieres convertirte en la barbacoa que a Simi tanto le gusta… No tengo porque resguardarte aquí tampoco y sin embargo lo estoy haciendo – Dijo con tono peligroso.
- Ya entiendo porque a mi diosa se le hace tan incómoda tu presencia – Dije con veneno – Quiero hablar con ella… Solo comunícame con ella  y me iré de aquí inmediatamente de vuelta a kalosis. Tengo unos buenos traseros que patear, así que deja de meterte en mi camino porque seas lo que seas no querrás encontrarte en esa posición – Dije al borde de la histeria y sentí otro pinchazo en mi nuca.
Savitar me dio una mirada que prometía una riña nada agradable. Reprimí un estremecimiento y lo miré esta vez suplicante. Savitar no quitó la mirada fiera de mi pero con un ademan de su mano al espejo cambio su reflejo de la habitación tropical al familiar y hermoso espacio privado de Apollymi kalosis.
Apollymi alzó su hermosa mirada, con sorpresa hasta que me encontró y luego sonrió… pero la sonrisa no llegó a sus ojos en cambio sus arremolinantes ojos plateados estaban llenos de preocupación. Pensé en unos mares eternamente agitados, ansiosos de justicia y anhelantes. Mi corazón saltó ante la perspectiva de ver a mi diosa preocupada por mí.
Me apoyé de la cama, me arrodillé y incliné mi cabeza en reconocimiento a su autoridad…
- Savitar quita esa cara de idiota – la escuché decir aprensiva aún sin alzar mi cabeza.
- Sonatina… ¡Por el amor a la destrucción! Siéntate... Con ese color de piel nunca pensé verte tan blanca – Dijo Apollymi con preocupación. Pero en vez de sentarme en la cama terminé de posarme en el suelo apoyándome de la cama y mirando el espejo desde abajo.
- Sonatina eres tan, tan… ¡obstinada! – Dijo con molestia.
Yo solo sonreí tímidamente.
- Mi Señora… Tengo una pregunta – Dije con respeto.
- ¿Por qué saliste de Kalosis? – Preguntó desviando mi pregunta y vi la inquietud teñida con rastros de decepción y rabia.
- No mi señora… yo no planee en ningún momento salir de kalosis, mi señora, fue cosa de Keamur y Stryker, ellos… - comencé a decir.
- Yo pensé… Bueno, tú y yo teníamos una conversación de la cual tu parecías determinada a evitar, así que pensé que tu… - Dijo.
- No… No mi señora, yo sería incapaz… - Dije sonrojándome primero por el tema en sí y luego por haberla interrumpido.
- Dijiste ¿Keamur y Stryker? – Preguntó con una furia fria.
- Si mi señora… Ellos y los demás diamon me debilitaron, de alguna forma deshicieron su protección y luego... Pues llegamos a esto – respondí.
Los ojos plata de la diosa de la destrucción brillaron… y después vino lo que me pareció un largo silencio en el que me pregunté si ahora que sabía que yo no había huido me permitiría regresar…
Debió leer mi rostro deseoso…
- La respuestas son no y si – Dijo interrumpiendo mis pensamientos.
- No… No comprendo – balbucee.
- Si… Hades está detrás de ti y no... No puedes regresar – Dijo de pronto con frialdad.
Mi mundo dios vueltas…
- Pero ¿por qué?… - Me oí decir muy bajo.
- Bueno tu madre Antala…- empezó a decir.
- No… eso no… ¿Por qué no puedo regresar? – Pregunté casí en un grito que terminó en un murnuro casi inaudible.
Apollymi levantó una ceja por mi brío…
- Bueno Hades… Él ya sabe que estabas bajo mi protección y tarde o temprano si regresas va a encontrar la forma de reclamarte – Dijo Apollymi viéndose apesadumbrada.
-  No… yo… yo prometo no volver a salir nunca, yo prometo… prometo que sí usted me da el honor de servirla de nuevo, nadie sabrá que regresé – supliqué desesperada.
- Sonatina… Yo… Las cosas son como son. Puedo deshacerme de Keamur pero lamento decir que con Stryker no es tán fácil, si regresas él lo sabría y eso sería suficiente para que Hades gane – Dijo tensa.
Lagrimas caían por mi cara y no me importaba, no tenía la más minima intención de limpiarme, así por lo menos no veía la cara de Apollymi luciendo realmente apenada por mí…
- ¿Qué sucederá conmigo? – pregunté entre gimoteos.
- Te quedaras con Savitar… Ya no tendras que servirle a nadie, serás una invitada permanente y te aseguro que no te faltará nada – Dijo con pesadumbre.
Limpié mi cara con rabia y rasqué la parte baja de mi nuca que volvía a picar… No tenía caso seguir suplicando, Apollymi era determinada y ya había dado su respuesta.
- No, no me quedaré aquí… - dije apretando los dientes.
- Bueno… por mí no hay ningún problema, yo mismo estaré complacido de llevarte a donde lo desees – Dijo Savitar cínico.
- ¡Savitar! – Gruñó Apollymi – Ella va a quedarse allí – repitió.
- No… No me quedaré, viviré en la tierra… Pero no me quedaré acá – Dije de nuevo negando con la cabeza.
- Ni hablar, allí estarás vulnerable a Hades… - Determinó Apollymi.
- Pues… Si allí voy a estar tan vulnerable como en kalosis… Prefiero quedarme allí y servirla hasta que pase lo que tenga que pasar – Insistí mientras mis ojos se llenaban nuevamente de lagrimas.
- No… está decidido, es una orden Sonatina – Dijo Apollymi con autoridad.
Me levanté y aunque moría por llorar y suplicar para que Apollymi se apiadara de mí, sabía que sería inútil.
- Como lo ordene mi diosa – Dije sin inclinarme y sin emoción.
- Que así sea – dijo mientras su reflejo desaparecía del espejo y en su lugar me vi a mí… a una versión de mí, débil, herida y sin rumbo. Caí débil de rodillas tocando el espejo con mis manos, anhelando poder traspasarlo como una vez lo hice.
Savitar me tomó del brazo para sentarme en la cama y le dejé hacerlo…
- Dejame sola – Dije.
Savitar me miró burlón… - ¿Ves? Por eso dije que nunca metería a una mujer en mi casa… Acabas de llegar y ya quieres estar dándome ordenes – Dijo tratando de romper el hielo.
- Disculpa… Pero ¿puedes por favor dejarme sola? – Pedí esta vez educadamente.
Savitar me miró y por un momento pensé que iba a tratar de consolarme pero no volteó a verme ni una vez mientras cerraba la puerta tras de si.


ΨΨΨΨΨΨΨΨΨΨΨΨΨ


- Soni… Soni… Soni – Me desperté con los gritos de una voz chillona retumbando en mis oídos.
- Estoy despierta... Ya, ya Simi – Dije sintiéndome tensa.
- Bahh la Simi creía que tendría que morderte para que despertaras – Dijo seria.
La miré precavida… conociéndola, ella realmente estaba a punto de hacerlo… Lo que me faltaba era que Simi me comiera. Aunque seguía siendo mejor perspectiva que ser confinada a una vida o una eternidad con Hades o aquí en este “paraíso tropical”.
- Bien…. Pues ya estoy despierta – Dije malhumorada de pronto.
- La simi ya sabe que vas a vivir aquí… tendré que convencer a mi akri para venir más seguido – Dijo Simi pensativa.
- Si solo… No se te ocurra traerlo – Dije prudente.
- La simi nunca trae a akri… ¡él siempre me trae a mí! – Dijo la simi sonriendo.
- No siempre ¿ahora estás aquí no? – Remarqué lo obvio.
- Siii… Dahhh porque akri me trajo – Respondió inocente.
- ¿QUE? – Grité en una mezcla de emociones contradictorias.
- ¡Que mi Akri me trajo! Akriiiiii… – gritó Simi tambien a su vez.
- Shhh… Shhh… Simi baja la voz ¡por la diosa! Baja la voz – Le dije bajito y sintiendo nauseas.
Sentí una leve brisa y ¡pof! Se materializó un hombre muy alto de pelo negro con reflejos rojos y un aura de poder aplastante… Acheron, era él. Acheron estaba parado en el centro de la misma habitación que yo y afortunadamente estaba dándome la espalda y de cara a Simi.
- ¿Qué sucede Simi? – Preguntó con una voz paternal haciéndome derretir.
- Bueno Soni… - Empezó a decir Simi… Pero no terminé de escuchar lo que le iba a responder porque di una carrera hasta la puerta más cercana que resultó ser el baño y cerré la puerta de un portazo apoyándome de ella entre jadeos y risas nerviosas e involuntarias.
Savitar se materializó a mi lado pegandome un susto de muerte…
Grité… Y Savitar alzó una ceja expectante.
- Y ¿puedo preguntar que fue eso? – Preguntó Savitar mirándome como a un bicho raro.
Negué con la cabeza haciéndoseme imposible hablar…
- ¿Hay alguna razón por la que tengas que esconderte del hijo de tu diosa? – Preguntó ahora frunciéndome el ceño.
- ¿Que hace él aquí? ¡No puede estar aquí! – dije sonando lunática.
- Apollymi no me dijo que estabas demente – Dijo más para sí que para mí.
- No… No puedes dejar que… Yo soy… - Dije pensando en que decir – Soy indigna de estar… de mirar a la cara al hijo de Apollymi – respondí sonando poco convincente.
- No eres nada convincente guerrera, mientes… eso puedo olerlo – Dijo Savitar empezando a irritarse.
- Solo… No puedo… ¡Solo déjenme sola! – Grité en un ataque de nervios.


ΨΨΨΨΨΨΨΨΨΨΨΨΨ


- ¿Entonces… quien está dentro? – Preguntó Acheron intrigado.
- Ahh esa es Sonatina… Tu madre me ha convertido en padrastro – Dijo Savitar con ironía.
- ¿Apollymi… Padrasto? De que estamos hablando Savitar…- Contestó Acheron confundido.
- Ya te lo dije… aquí está Sonatina, va a quedarse a vivir acá por su seguridad – Contestó Savitar con amargura - y ¿Sabes qué? No puedo ver su maldito futuro, ni el mío inclusive el tuyo… Así que todos estamos condenadamente involucrados o muertos… En pocas palabras ¡jodidos! – gruñó.
- Dejate de acertijos… ¿Quién es Sonatina? – Preguntó Acheron.
- ¿Cómo que no sabes quién es? – Repreguntó savitar dudoso.
- Maldición… ¿cuándo te convertiste en un demonio adolescente? aprediste a responder con preguntas como Simi. ¿Podrian ser las hormonas? – Sugirió Acheron molesto.
- Pensé que tú sabías de ella… Después de todo ella servía a tu madre y es intima con Simi, Sonatina es como su hermana mayor, además fue ella quien la trajo casi muerta para resguardarla aquí – Explicó Savitar sorprendido.
- ¿Sierva de mi madre? ¿hablas de otro demonio caronte? – Preguntó Acheron.
- ¿Demonio Caronte? ¿Es que has estado tomando Sprite de nuevo? – Interrogó Savitar burlón.
Acheron lo miró con los ojos entrecerrados apretando los puños.
- Sonatina es una guerrera… una humana, bueno no desde que vive con tu madre quien la ha mantenido como su guardiana más celosa – Explicó Savitar serio.
- ¿Matera? – Llamó Acheron en voz alta pero Apollymi no contestó.
- ¿Su guardiana? … ¿Y de eso hace cuanto? – Preguntó Acheron.
Savitar levantó su ceja.
- 11 mil años Acheron… 11 mil años – Respondió Savitar.
- ¡Simi! – Llamó Acheron.
- ¿Si Akri? – Preguntó Simi apareciendo justo en el medio de los dos inmortales.
- ¡Nada! No espera… Si… ¿Quién es Sonatina? – Preguntó con una mirada que intimidaría a todos menos a Simi.
Simi comenzó a reírse…
- Sonatina es… Soni - respondió con sencillez.
- ¿La Soni de la que siempre hablas? Yo pensé que era… que tú tenias… Sabes tienes una gran imaginación – Dijo Acheron confundido.
- ¿Y cómo le voy a comprar cositas brillantes a mi imaginación Akri? – Preguntó Simi dudosa.
- ¿No habías estado comiéndote eso? – preguntó aunque la respuesta ahora era obvia.
- No… Eran para Soni – Dijo sonriendo…
- Pero… Si tú no la conoces ¿por qué ella no quería que la vieras? – Preguntó SAvitar interrumpiendo las divagaciones de la Simi.
- ¿No quería que yo la viera? – Dijo sorprendido Acheron.
- BAhh…. ¡Soni si conoce a Akri, pero Akri a ella no!, Soni siempre habla de Akri, Soni siempre pregunta por Akri… – Explicó Simi interrumpiendo a Savitar.
- Ahh ¿si? – Dijo Savitar enarcando una ceja.
La simi hizo un puchero…
- Y ahora Soni se va a molestar por que dije todo esto… Solo no le digamos nada – Dijo la Simi negociando.
Acheron escuchó en su mente que uno de los cazadores lo llamaba…
- Tengo que irme… Pero más tarde resolveremos esto y tú Simi me darás unas cuantas explicaciones – Dijo Acheron tenso.
Simi abrió los ojos como platos y asintió enérgicamente mientras Acheron desaparecia.
- Soni no va a estar feliz con la Simi y ahora Akri tampoco – Dijo la Simi suspirando.
- Bienvenida a mi mundo – Contestó savitar sonriéndole.


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__Nueva Orleans__ 
(Jolie)


Acheron observó a la inmortal en cuestión… “¿Por qué me castiga el destino?” Se preguntó mentalmente.
Phoenix la había ayudado con un grupo de Diamons, la chica resultó ser una inmortal y para colmo de males “Necesitaba su ayuda”.
- Claro las muy perras son mis muy queridas medias hermanas – murmuró malhumorado.
- ¿Qué Dices? – preguntó Phoenix ceñudo.
- Si te lo digo… - Empezó a decir Acheron.
- Tendras que matarme… ¡Ya lo sé! – Terminó la frase Phoenix irritado.
- Cállate – rebatió Acheron sin rudeza
- ¿A quién te recuerda? Se ve… “Fogosa” – Dijo Phoenix burlón.
Phoenix era uno de los pocos que conocían que él tenía una “relación” con la diosa “virginal” Artemisa, la mayor causante de los tormentos de Acheron. Estando Phoenix un día con él, la muy… inconsciente llegó a reclamarle una “retribución” por un alma de un cazador que liberó sin permiso y dijo unas cuantas cosas, por así decirlo incriminantes, sin percatarse de su presencia en medio de su berrinche, no es que no haya tratado de borrarle la memoria a Phoenix… La Fuente (Es como decir Dios) sabe que trató pero esa cabecita se negó a cooperar, Artemisa quería “Deshacerse de él” pero Acheron en su complejo de “salvador del mundo” tomó la responsabilidad.
Acherón lo miró como a una cucaracha… No importaba lo que hiciera este chico ¡no lo respetaba!.
- No será a ti mariposita – Dijo Acheron amargo.
- Duhh es obvio, de solo pensarlo me da escalofrios… Apuesto a que la chica es tu tipo, bueno digo, todo ese cuero y el negro y rojo… ¡Plash! Es aplastante.
La inmortal era muy hermosa, Acheron debía aceptarlo, tenía un pantalón de cuero rojo, botas negras hasta la rodilla y un corsé negro con encaje rojo. Era bastante pálida y tenía el cabello liso largo y… Tambien rojo.
- Lamento decepcionarte chico pero las de su clase y las pelirrojas están tachadas de mi lista – Dijo Acheron reprimiendo un escalofrió pensando la perra de Artemisa.
- Bueno si tú lo dices… Pero a mí en lo personal me encantan pelirrojos –Dijo Phoenix con aire casual y remarcando el “PELIRROJO” mientras observaba codicioso los reflejos rojos de Acheron.
Acheron rodó sus ojos…
- Por supuesto que te encantan Phoenix – Dijo Acheron cansado, éste había sido un día muy extraño, primero lo de la sierva de su madre y ahora esta chica.
- ¿Matera? – Llamó probando de nuevo en su mente y aún nada. Apollymi no quería dar explicaciones, típico… Tienes una madre que destruye todo un panteón de dioses por vengarte y cree que por eso ya no le debe explicaciones a su hijo.


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Jolie se despertó desorientada… Sus poderes habían regresado, la maldita herida de Noir era otra historia. Miró a su alrededor… ¡Diablos! esto no era su casa. Y recordando los hechos se centró en el cazador que la salvó.
- ¿Cazador? – Llamó en voz alta… Pero nadie respondió,  recorrió la habitación, aunque no era muy espaciosa debía admitir que el cazador tenía buen gusto.
- ¡Bella durmiente! – Exclamó Phoenix al entrar.
Jolie que lo esperaba porque ya lo había sentido alzó una ceja… “¿Bella durmiente?” Pensó burlona.
- Acheron – Pidió demandante recordando su primera intención.
- Estará aquí en unos momentos. Estuvo aquí pero estabas recuperándote aún inconsciente, tuvo que encargarse de algo. Y tú debes comer algo o… - Dijo parando sus palabras.
Jolie lo miró nerviosa - ¿Qué? – preguntó.
- ¿Qué clase de inmortal eres? – Preguntó cauteloso.
- Soy… Una diosa… Acaso no es  obvio – Dijo segura de sí misma.
- ¡Diablos! Me lo imaginé. ¿Eso no le va a gustar al jefe?– Murmuró Phoenix.
Jolie lo miró ofendida… ¿Cómo que no le iba a gustar?, estaba ahí para hacerle un favor ¿Podría desafiar ese ser a un Dios? ¿Y además… que era él?
Jolié sintió un poder casi primario materializándose a su lado, observó la forma de un hombre alto, no mayor de 24 años, pelo negro, reflejos rojos, pómulos altos… Rasgos maravillosos y unas gafas oscuras ocultando sus ojos. Sintió por un momento el impulso de quitarle las gafas para verle lo que debían ser unos ojos celestiales pero reprimió el impulso.
- ¿Quién eres tú y que hice para que vengas a molestarme? – Preguntó Acheron aburrido, pero con una voz fuerte y masculina.
- Jolie – Dijo con la barbilla en alto.
- Bien… No conozco ninguna Jolie, así que puedes irte diosa – gruñó Acheron.
- Soy hija de Hades y Persephone – Respondió aún segura pero apresurada.
- ¿Te ha mandado Artemisa? ¿Qué rayos hacías en Nueva Orleans tan tarde, herida y caminando por los callejones infectados de daimons? – Preguntó Acheron áspero.
- ¿Artemisa? No… No he venido por ella… ¿Debería? – preguntó confundida.
- Al Grano… Nadie me paga por cuidar de una diosa, así que habla y vete con tus padres. – Gruñó Acheron cortante.
- No... Hades no entenderá el alcance del caos que está por venir… Ni siquiera yo lo entiendo debo admitir, pero escuché que tú puedes hacer la diferencia – Dijo Jolie.
- Me das dolor de cabeza – Respondió Acheron lacónico.
- Argg… Vete al diablo… ¿Qué eres? ¿Quién rayos te crees? ¡Tengo información valiosa para ti y esta es la forma en la que me tratas! – Respondió defensiva.
- Información valiosa… Tienes un buen rato desperdiciando mi tiempo y aún no has dicho nada que valga la pena – Respondió Acheron molesto.
Jolie quería gritarle y castigar al tipo que tenía al frente, pero este… tambien era un Dios, ahora que lo tenía al frente lo sabía, y uno muy poderoso por lo que podía juzgar. Así que decidió arriesgarse y rezó por llamar su atención con tan solo un nombre.
- Nick Gautier – Dijo sin más preámbulos.
Jolie observó como el hombre se había puesto pálido, fue solo una fracción de segundo pero estuvo allí... y luego el interés en sus facciones, quería verlo directo de sus ojos, ver como la preocupación brillaba ahí pero los inconvenientes lentes oscuros se lo impedian…
- ¿Qué hay con él? – pregunto aparentando desinterés pero Jolie supo que era falso.
- Alguien quiere usarlo para formar el caos, alguien quiere su poder, quieren capturarlo y usarlo quien sabe para qué. Tarde o temprano lo van a conseguir y creeme que es algo que no le deseo a nadie – Dijo Jolie reservada.
- Dijiste alguien y luego “Van a conseguirlo” No te estás refiriendo a Hades ¿cierto? – Preguntó Acheron.
- No… No es mi padre, es más dudo que sepa quién es ese tal Gautier o sobre su importancia – Dijo segura.
- ¿Y tú sí? – Preguntó Acheron grave.
- No… Ya te dije, no con exactitud. Pero es una pieza importante en un plan – Respondió de nuevo midiendo sus palabras.
- ¿Quiénes son ellos? – Preguntó Acheron peligroso.
- No te lo diré – Respondió Jolie.
- Entonces ¿por qué viniste a mi? ¿Solo a hacerme perder el tiempo? – Gruñó Acheron perdiendo el control.
- Es decir, si voy a decírtelo… pero con una condición – Terminó Jolie.
- Nadie me pone condiciones… Pero de ser así  ¿Cuál sería? – preguntó Acheron sin dudar.
- Debes detenerlos… Y yo quiero ayudar – Dijo con una sonrisa maliciosa – Ah y mis padres no deben enterarse de nada – Agregó.
- ¿Hasta que alcance quieres llevar el “Detenerlos”? - Preguntó Acheron.
-  De la única manera en que podremos detener a esos dos… Hasta sus últimas consecuencias querido – Respondió Jolie con una sonrisa ahora deslumbrante.
- ¿Quiénes son? – Preguntó Acheron dándole carta abierta a Jolie de entrar o no en su juego.
- Azura y Noir… Los dioses del caos – Respondió Jolie con amargura cerrando el pacto.
- Esto va a estar… Entretenido – Dijo pensativo.

Fin del capítulo.

Personajes de "Destino, fuego e inmortalidad"

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